lunes, 23 de junio de 2014

Esepeadas 26.0: La casa de tócame Roque

Dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española que “la casa de tócame Roque”, coloquialmente, es “aquella en que vive mucha gente y hay mala dirección y el consiguiente desorden”.

 
Aquí en Navarra tenemos otra casa, “la casa grande”, forma también coloquial con la que conocemos al Palacio de la Diputación, sede del Gobierno de Navarra y de la Administración Foral. Y por extensión, a todo lo que les concierne y rodea.

Ambas casas tienen bastantes similitudes, si tomamos al pie de la letra la oficial definición académica. Veamos algún ejemplo de ello.

Está claro que la Administración ha tenido tiempos mejores, porque en apenas un lustro se ha reducido la plantilla en aproximadamente un 10%, unas 2.000 plazas. Pero aún así, grande, lo que se dice grande, sí lo es, y que vive mucha gente, pues también. No en vano es la “empresa” más grande de Navarra.

El hecho de serlo es un hándicap, ya que sus cifras le otorgan también el honor de ser la “empresa” que más desempleo ha ocasionado en Navarra, el mayor ERE, etc., etc., y eso sin contar la limpia que han hecho también en toda la “administración paralela”, tanto en empresas públicas como en fundaciones.

Ahora bien, lo que queremos aquí denunciar no es tanto lo de la dimensión, que también, sino lo de la segunda parte de la definición académica: el desorden provocado por la mala dirección.

En primer lugar, resulta harto difícil que no rei­ne el caos en una organización cuyas bases de su derecho propio, datan ya de hace más de 30 años, y de un texto refundido de hace más de 20 años. Mientras, vemos cómo otras Administraciones se han dotado de regulaciones modernas, adaptadas a las exigencias de la Comunidad Europea y a la realidad tecnológica y educativa actual.

Pero no sólo eso sino que además, ese Estatuto no es de aplicación a determinados colectivos, como a los miembros de la Policía Foral, al personal adscrito al Servicio Navarro de Salud, al personal de la Administración de Justicia… que se rigen por sus propias normativas.

Resulta también que, entre el personal, unos son funcionarios de carrera, mientras que otros son contratados laborales, cada uno con su propia enjundia.

Unos tienen su propio Montepío y asistencia sanitaria del Gobierno de Navarra, mientras que otros son de Seguridad Social, otros de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE), otros de la Mutualidad General Judicial (MUGEJU)… y seguro que nos dejamos alguna más.

Y aún podríamos hablar de diferente personal, a jornada completa, a media jornada, a jornada parcial, contratados administrativos, contratos de obra… y un largo etcétera de tipos y modalidades.

Unos tienen derecho a una carrera administrativa remunerada, como los médicos y las enfermeras, mientras otros, al parecer, no se lo merecen. Unos son “pata negra” y tienen un “uso especial” sanitario que les permite ver reintegrados sus gastos de óptica y odontología, otros no. Supongo que ya no quedará nadie de “los del burro”, que también tenían su particular derecho adquirido.

El personal administrativo de Salud, por ejemplo, está adscrito al Servicio Navarro de Salud, pero no está considerado como personal sanitario. Así que se le incluye en los Planes de Salud, en el Triaje de los Centros de Salud pero, por ejemplo, no cobra el complemento de capitación por cada tarjeta sanitaria, ni el complemento de riesgo, ni nada parecido. Eso sí, en varios Centros de Salud el personal administrativo tiene que encargarse de la recogida de muestras para el diagnóstico del cáncer de colon, a pesar de que ésta es una labor expresamente asignada al personal de enfermería.

Otro ejemplo. El personal administrativo de Salud no puede acceder a la promoción de Núcleo. Como está adscrito a Salud sólo puede acceder a la promoción de Salud, lo que prácticamente les cierra cualquier posibilidad. La oposición es la misma para los de Núcleo que para los de Salud, pero la elección de la plaza les condena a no poder promocionarse.

Sin embargo, el personal administrativo de Educación está considerado personal no docente, de su gestión se encarga Educación, pero para otros efectos pertenecen a Administración Núcleo. Hay personal no docente que tiene problemas para acceder a la formación del INAP porque son de Educación, pero tampoco pueden acceder a la formación de Educación porque es para docentes.

El personal administrativo de Justicia puede acceder a los traslados del resto de personal, mientras que el resto de administrativos no pueden ir a Justicia.

Y qué decir de otros aspectos como las salidas personales, los permisos, las vacaciones, la formación… que dependen de dónde tengas la plaza y de cómo sea el jefe de turno.

Hay a quienes se les permite ir a hacer la declaración de la renta sin gastarse horas a su cargo, mientras que otros tienen que tirar de la bolsa o de asuntos propios, hay quien puede acompañar al médico a familiares sin ningún problema, hay a quien se le deniega la solicitud de un permiso sin sueldo, a quien no se le deja ir a cursos de formación, quien tiene problemas para elegir las vacaciones…

Unos tienen ficha manual, otros funcionan con el fichaje virtual, otros no fichan, unos tienen tornos de acceso, otros no, unos tienen jornada flexible, a otros se les deniega…

Los permisos retribuidos se cuentan de diferente manera en unos sitios que en otros, las fechas de inicio de los permisos es distinta depende de a quién se le pregunte…

A saber qué pasará este año en San Fermín o en las fiestas patronales… unos trabajarán, con otros se hará la vista gorda…

Y por no meternos ya con el propio trabajo. En unos sitios se funciona de una forma y en otros de otra completamente distinta. Las labores de unos y otros no están definidas en ningún lado. Hay personal de un nivel haciendo funciones de un nivel superior o incluso de un nivel inferior, titulados ejerciendo de administrativos de lujo…

El colectivo administrativo lleva años haciendo el mismo trabajo con distinto encuadramiento y remuneración, sin conseguir su equiparación, mientras ve cómo se contrata a auxiliares de nivel D para sustituir y ocupar plazas de administrativos de nivel C.

En fin. Un cúmulo de despropósitos. La “casa de tócame Roque” es una minucia comparada con lo que acontece en la “casa grande”.

Si Don Ramón de la Cruz levantara la cabeza, cambiaría su sainete y se inspiraría en la “casa grande”, la de la Administración Foral de Navarra.

Pamplona, 23 de Junio de 2014.
LA JUNTA DIRECTIVA DEL S.P.A.


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