Administrativos de Salud

Álvaro González, Presidente de Médicos del Mundo para España, dice que los inmigrantes aseguran que es el personal administrativo el que menos les ayuda y peor les trata en sus visitas a los Centros de Salud y Hospitales, y que esto viene dado porque nos hemos creído el mensaje del Gobierno de que el inmigrante es el foco de los conflictos. O sea, los administrativos, además de bordes, somos tontos, crédulos y xenófobos.

Le animo al señor González a que pase unas mañanitas por esos mostradores de admisión, donde el administrativo tiene que ejecutar las leyes y formulismos aprobados por los políticos de turno. Porque son los políticos quienes han decidido a quién hay que atender y a quién no, quienes han establecido cómo se tiene que identificar el paciente o su representante, quienes exigen que se cumpla la protección de datos que preserve la intimidad sanitaria, quienes han creado los protocolos de tipificación y derivación del paciente, quienes obligan a que se controle a quién y en qué cantidad se suministra material sanitario, etc.

Porque es fácil ordenar que se garantice y se preserve, y también es derecho del administrado que así se haga, pero el problema recae en quién debe ejecutarlo y hacerlo cumplir. Porque también es obligación del Administrador dotar a su Administración de los adecuados medios humanos y materiales para la prestación del servicio público, y también el Administrado tiene sus obligaciones para la garantía de sus propios derechos, pero “el malo”, el que tiene que dar la cara, el que tiene que comprobar, verificar y obrar en consecuencia, es el Administrativo.

Los estudios deben ser fieles a sus resultados, pero éstos hay que analizarlos y matizarlos y, sobre todo, tienen que servir para una mejora continua de la calidad de la prestación del servicio. Si la conclusión más importante del estudio es que el personal administrativo trata mal a los inmigrantes, flaco favor les hacemos a los administrativos, a los inmigrantes y a los Administrados en general.