El Gobierno de Navarra, a través del Proyecto de Presupuestos de 2013, hizo un intento frustrado de prorrogar para el ejercicio 2013 los recortes forales a los empleados públicos aprobados por la Ley 13/2012. Como sabía de antemano que iba a fracasar, tenía ya preparado otro proyecto de Ley Foral de artículo único para la mencionada prórroga. Y ante las declaraciones del que fuera su socio cuando se aprobó la chapuza, y que ahora no está por la labor de mantenerla, ha dado un golpe de fuerza y ha decidido echar mano del recurso del que gobierna en insuficiente soledad: Decretazo.
Así que se han puesto a pensar qué medidas pueden aprobar sin necesitar el beneplácito del Parlamento, y casualmente les han salido las más jugosas. El Decreto prorrogará para el 2013 el aumento de la jornada en diez minutos diarios, el recorte en las prestaciones ópticas y odontológicas del “uso especial” y el recorte de los créditos horarios sindicales. El resto, jubilación obligatoria a los 65 años, suspensión de la paga por variables en vacaciones, suspensión de la ayuda familiar y reducción del complemento personal de los ex altos cargos que son funcionarios, se tramitarán mediante un proyecto de Ley Foral que ya ha aprobado el Gobierno y que deberá contar con el respaldo del Parlamento para su ejecución.
Bildu ya ha presentado una iniciativa para que el Gobierno no pueda hacer de su capa un sayo en el tema de la ampliación de jornada, y que deba ser el Parlamento el que lo apruebe. Veremos la reacción del resto de “la panda”. Lo que está claro es que nos crecen los enanos. Tenemos tantos frentes abiertos que ya no sabemos cuál acometer. Y encima se nos escapan preguntas tontas: ¿por qué todas las novedades en nuestras condiciones laborales se tienen que dirimir en el Parlamento y en los juzgados y tribunales? ¿A qué ha quedado relegada la negociación sindical? A un mero trámite que hay que pasar, planteando recortes y avisando de antemano que no se presentan para su negociación sino para su general conocimiento. Este es el talante de nuestros talentos.
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