Se acerca ya la hora de la verdad. Tras la alarma suscitada por el Gobierno de Navarra entre los empleados públicos, con el anuncio de las medidas para la reducción del gasto en materia de personal, parece que se van disipando las dudas. Aquello de negociar las medidas de forma urgente, para que pudieran aplicarse a partir del uno de marzo, ha quedado en el olvido. Los sindicatos se encargaron de recordar al Consejero que, a finales de marzo, podría lanzarse un nuevo reajuste desde Madrid, y que lo más prudente era esperar. Y parece que el Gobierno de Navarra no tiene ahora tanta prisa y está dispuesto a ver qué dice su hermano mayor.
Cabía la posibilidad de que las medidas forales se quedaran en agua de borrajas, si las tortas nos llegaban desde el Estado, pero ahora ya no tenemos muy claras las cosas. Desde Madrid, el Ministro de Hacienda ha asegurado en el Senado que el Gobierno no tiene en mente recortar empleo en el sector público ni aplicar una rebaja salarial a los funcionarios (incluso ha afirmado que no van a subir el IVA, algo que todos dábamos ya por hecho).
Así que la atención vuelve a desviarse a las medidas forales y la patata caliente la sigue teniendo la Mesa General. Las últimas noticias que nos han llegado desde el foro negociador, en el que por cierto ELA y LAB han vuelto a hacer mutis por el foro, son: en cuanto a la jubilación, se ha retirado la medida sobre el coeficiente reductor del 2% anual por cada año que el personal de montepíos adelante su jubilación a la edad obligatoria; en cuanto al absentismo, no se aplicará mayor castigo a las bajas reincidentes, que sufrirán el mismo recorte que la primera, el 50%, y se excluirán a efectos de reducción los ingresos hospitalarios y las intervenciones quirúrgicas.
Por cierto, hablando de negociación, los cinco sindicatos de la Mesa General, AFAPNA, CCOO, ELA, LAB y UGT, han rechazado la posibilidad solicitada por el Sindicato SPA, de estar presente en las reuniones de la Mesa General, aunque fuera sin voz y sin voto. Únicamente han accedido a que se nos proporcionen las Actas de las reuniones cuando éstas estén firmadas, es decir, con unos cuantos meses de retraso (la última que hemos recibido a fecha de hoy es la del 30 de noviembre de 2011).
Resulta curioso que hasta las sesiones parlamentarias y sus comisiones son públicas y podemos seguirlas por televisión pero, en cambio, las reuniones de la Mesa General de la Administración parecen ser privadas y secretas, íntimas, esotéricas… Y también resulta chocante que algunos de los que tienen el derecho a acudir, y que nos lo niegan a los demás, a la primera de cambio, cuando más falta hace, decidan no asistir. Como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario