Montepíos

Que no nos engañen. El Gobierno de Navarra disfraza la noticia en la intranet como que se ha conseguido la integración del personal de Montepíos en el Sistema Nacional de Salud, cuando en realidad lo que quiere ocultar es que han conseguido eliminar el uso especial al colectivo de Montepíos.

Los empleados públicos del Montepío no tenemos nada que agradecer al actual Gobierno de Navarra. Y espero que así se lo hagamos ver en las próximas elecciones autonómicas que, en este momento, es de los pocos actos en los que nos dejan ya mostrar nuestra disconformidad con una nefasta gestión y con una “cuasi” persecución enfermiza por parte de nuestros dirigentes. Porque con la excusa de la crisis, nos habían dado una vuelta más de tuerca que al resto, rebajándonos considerablemente nuestras prestaciones sanitarias a la mínima expresión, guardándose lo mejor para el final, a modo de despedida, con la supresión definitiva del uso especial.

Tampoco es de agradecer nada al resto del Parlamento, que entró al trapo como lo ha estado haciendo casi toda la legislatura, ordenando al Gobierno que exigiera la integración, en lugar de evaluar los riesgos y recapacitar. Todavía no han aprendido que hay cosas que es mejor no menearlas. Santa paciencia. Lo malo es que dicen que son la alternativa.

Un uso especial que, en lugar de extenderse a todos los empleados públicos, se han encargado de eliminar, con la excusa de que era incompatible con la integración en el Sistema Nacional de Salud. Será por eso por lo que hay colectivos, tanto públicos como privados que, a pesar de tener las prestaciones del Sistema Nacional de Salud, tienen, además, ciertas prestaciones complementarias por óptica, odontología, audífonos y prótesis varias, al estilo de las que aportaba nuestro uso especial. Y para los que no son tan incompatibles con el Sistema como lo han sido para nosotros.

Encima juegan con el divide y vencerás, porque siempre oiremos a algunos de nuestros propios compañeros que no disfrutaban del uso especial, regocijarse de que nos lo hayan eliminado. ¿Os imagináis que, por ejemplo, ahora que se intenta equiparar el sueldo de los contratados al de los funcionarios, en lugar de pagarles a ellos el grado, nos lo quitaran a nosotros, y así todos iguales? Pues esto precisamente es lo que ha pasado con el uso especial, en lugar de extenderlo a todos los empleados públicos, con una revisión sensata y razonada del sistema, se lo han cargado de un plumazo y café para todos. Así que algunos hasta han hecho méritos para que sufrieran la eliminación del grado.

Seguramente quienes se han cargado el uso especial, no tendrán problemas en tener esas prestaciones complementarias que, gracias a sus diversos y jugosos emolumentos, se encargarán de pagar con seguros privados. Sólo les deseo que no tengan mucha necesidad de hacer uso de ellas. Yo, lo que es necesidad, tengo, pero uso, ya no me dejan hacer.