A mediados de Julio,
el Gobierno Estatal confirmó su intención de proceder a la devolución a los empleados
públicos, entre 2015 y 2016, del 75% pendiente de la extra suprimida en 2012,
así como una subida salarial del 1% en 2016. Una noticia que, en ese momento,
no tuvo respuesta desde Navarra, que estaba inmersa en el proceso de
investidura del nuevo Gobierno.
A finales de Julio,
se confirmó ya la noticia con la inclusión de la medida en el Proyecto de Presupuestos
Generales del Estado para 2016. Y aquí comienza de nuevo el sainete foral sobre
la extra, con los mismos sufridores en el escenario, y nuevos demagogos en la
dirección de la función, tanto teatral como Pública. La Presidenta condicionaba
el asunto a la situación de las cuentas de Navarra, tachando de “temeridad hacer una promesa en torno a una
cantidad que no solventa la reducción producida a lo largo de estos años”.
Cómo cambia el cuento
después de que, en 2012, desde la oposición, para obligar al ejecutivo de
entonces, aprobaron un complemento adicional sustitutivo de la extra suprimida.
Qué frágil es la memoria, mas qué ingrata la hemeroteca.
Así que iniciábamos
Agosto con las dudas del ejecutivo, que “vocación
y voluntad” tenía, pero nada más. Y así, se celebró la reunión entre la
Presidenta y la Consejera de Función Pública con todos los sindicatos de la Administración,
en la que el ejecutivo se cerró en banda y no quiso entrar en el tema excepto
para repetir que “no podía garantizar”,
que estaba supeditado a “la
disponibilidad presupuestaria”, y comenzar con las manidas y demagogas
frases de que “el objetivo prioritario
del Gobierno de Navarra es atender la situación de emergencia social”, que
es como un latiguillo recurrible de fácil aplauso e imposible refutación.
En Septiembre, la
Consejera de la Función (Pública y también teatral), ya avisaba de que “no había seguridad absoluta” de que en Navarra
se devolviera lo robado a sus funcionarios (4 de Septiembre). Un Gobierno
abonado a desdecirse continuamente, días después, de voz de su Vicepresidente Económico,”no veía grandes dudas para la devolución de
la extra” y “no se planteaba otro
escenario diferente ni debería ser de otra manera” (15 de Septiembre). La
Consejera Portavoz, una vez estudiadas las cuentas de Navarra, zanjaba la
cuestión anunciando que el Gobierno de Navarra “reintegraría entre Diciembre de 2015 y Enero de 2016 el 75% pendiente
de la extra suprimida en 2012, eliminando así el adelanto de las pagas que se
estaba efectuando desde 2013” (16 de Septiembre).
Ahora, con la versión
1.0 de los Presupuestos de Navarra para 2016, el Gobierno ha reculado y, con
cargo al nuevo ejercicio, únicamente contempla la devolución del tercer 25% de
la extra y la subida del 1%, afirmando que el segundo 25% se devolverá en 2015
y el 25% final en 2017. ¿Alguien se fía? Además, según la propia Presidenta “ha sido precisamente en el acuerdo con las
mesas correspondientes donde se ha optado por esa cuestión. Y el Gobierno no
tiene nada en contra”. Es decir, que
han sido los propios sindicatos quienes han propuesto y decidido en alguna Mesa
de Negociación que la fórmula de reintegro de la extra sea esa y que al
Gobierno le ha parecido chachi piruli.
Y aquí es donde
empiezan las dudas y las sospechas, porque la frase no se presta a errores de
interpretación, ni a contextos periodísticos, ni a un desliz, así que ¿miente
la Presidenta? ¿O realmente se han producido contactos con algunos sindicatos y
han recibido su conformidad con la fórmula y una cierta paz social a pesar de
la medida? Porque hay desmentidos pero también silencios. Las explicaciones del
Gobierno de Navarra deberían ser más convincentes, pero también la respuesta
sindical debería ser más contundente. Porque, de ser así, se habrían roto las
reglas del juego, maquinando a espaldas de los trabajadores fuera de los foros
para ello establecidos.
Las dudas se
acrecientan más si cabe con las últimas declaraciones de la Consejera de
Función Pública, de las que se deduce aún con más firmeza que ha habido contactos
con los sindicatos, y que éstos preferían el 1% antes que la devolución de la
extra. Y a aquellos sindicatos que no estén de acuerdo, les insta a que “podrán hablar con sus parlamentarios y vía
enmiendas modificar y volver a lo anterior”, así que no tienen ninguna
intención de rectificar ni de hacer lo posible por solventar la situación, si
no es el propio Parlamento quien les obligue a hacerlo. Seguramente, tal y como
solía hacerlo el Gobierno anterior, ya se encargarán ellos mismos de decir que
tendrán que detraerlo de otras partidas más sensibles, así que volveremos a ser
la carnaza de la opinión pública, que no hacemos otra cosa que poner en peligro
la estabilidad de Navarra. ¿Suena?
Aquí las puertas no
giran, lo que giran son los edificios enteros. Los únicos que se están poniendo
las botas son los que venden collares.
Por cierto, ¿qué
opinan de esto sus programáticas señorías? Porque a ciertos silencios
sindicales se unen ciertas sordinas políticas, ya que los únicos que
hipócritamente se quejan son quienes en su momento nos robaron la extra y
expoliaron nuestro sueldo con bajadas y congelaciones.
Como algunos parecen
estar mudos, ahí va otra ración de hemeroteca, concretamente de 2012, en Pleno
Parlamentario, tras la supresión de la extra por el Gobierno de Navarra y la
aprobación por la oposición del complemento sustitutivo de la extra:
- “(el complemento) va más allá para con los trabajadores públicos porque va encaminado también a potenciar la hostelería, a potenciar el comercio, en general, a potenciar la capacidad económica de la ciudadanía navarra, porque, (…) medidas como la supresión de una parte del sueldo de los trabajadores y trabajadoras públicas van a tener un efecto dominó, van a traer una caída brutal del consumo, van a incrementar el paro, van a ser un varapalo al ya maltrecho comercio, lo cual va a traer más paro, más recesión, menos ingresos fiscales. Nos encontramos ante uno de los mayores ataques a la economía navarra que hemos sufrido en los últimos años, no nos cabe la menor duda.”
- “(los recortes) lo que producen es el debilitamiento de la economía, lo que consiguen es reducir la economía, atrasarla. Atrasarla y no adelantarla o incentivarla.”
Parece que, ahora que
manejan la sartén, ya no quieren apoyar ni a los trabajadores públicos, ni a la
hostelería, ni al comercio, ni a la capacidad económica de la ciudadanía navarra,
ya no existe el efecto dominó, ni se va a caer brutalmente el consumo, ni se va
a incrementar por ello el paro ni la recesión, ¿ahora ya no son ellos los que
están perpetrando uno de los mayores ataques a la economía navarra de los
últimos años?
En aquella reunión de
Agosto, después de los aciagos años sufridos, y a pesar de las dudas sobre la devolución
de la extra y la subida del 1%, prácticamente todos los sindicatos mencionamos
las esperanzas que teníamos puestas en el nuevo Gobierno y el margen de confianza
que les ofrecíamos. Una esperanza y una confianza que, como sus promesas, han
pasado ya a mejor vida.
Pamplona, 20 de Noviembre de 2015.
LA JUNTA DIRECTIVA DEL S.P.A.
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