Hace
algo más de un año, la mayoría de los sindicatos de la Función Pública nos
pusimos de acuerdo para defender la apertura de un proceso de funcionarización
del personal contratado laboral fijo de las Instituciones Públicas de Navarra.
Realizamos una ronda de reuniones con todos los grupos parlamentarios, para
presentar y razonar nuestra propuesta, fundamentada como una defensa ante la
amenaza de la Reforma Laboral que contemplaba la posibilidad del despido de los
trabajadores de ese régimen jurídico. Curiosa forma de crear empleo.
La
aprobación de la Ley Foral que dio cobertura a la apertura de este nuevo
proceso de funcionarización, no ha estado exenta de obstáculos. Primero por la
tardanza en su tramitación y la torpeza de la oposición parlamentaria, que
obligó a la presentación de una nueva proposición de Ley Foral para la
subsanación de un error de fechas. Y segundo a que, increíblemente, la misma
oposición impidió la aprobación de su propia modificación, lo que puso en
bandeja el consecuente pitorreo del Gobierno, preguntándose en la Cámara qué
pasaría si gobernara la oposición, si no se ponían de acuerdo ni para aprobar
una Ley Foral de un solo artículo. Premonitorios lodos aquéllos, de actuales
opositores barros.
Chapuzas
aparte, en el devenir de nuestras Instituciones había habido ya varios procesos
de funcionarización similares, e incluso idénticos a este, que nunca habían
producido recelo en nuestros representantes políticos, probablemente debido a
la escasa o nula incidencia en las arcas públicas. No obstante, en la ronda
parlamentaria, ya vimos que en esta ocasión iba a ser distinto porque, al igual
que lo que ocurrió con el adelanto de la extra, al Partido Popular no le
molestaba el hecho en sí mismo, sino que se intentara legislar para sortear las
normas que su propio partido aprobaba en Madrid. Tonterías las justas, debieron
pensar.
Así
que el Gobierno Central acaba de anunciar la interposición del Recurso de
Inconstitucionalidad con el que ya amenazó en su momento. Lo que más llama la
atención es la sensación de que lo hace con insidia, porque en lugar de haberlo
hecho entonces, lo hace ahora, cuando los procesos ya están prácticamente
finalizados. De las 60 entidades locales que se adhirieron, únicamente 9 de
ellas todavía no han resuelto, habiéndose funcionarizado un total de 151
trabajadores. ¡Viva la seguridad jurídica!
No hay comentarios:
Publicar un comentario