domingo, 19 de enero de 2014

Esepeadas 25.0: ¿Feliz 2014?

Basta con hablar con las personas de nuestro entorno para comprobar cómo casi todos estamos prácticamente de acuerdo en algo, en las ganas que teníamos de que se acabara el 2013. Lamentablemente, parece que lo verde no son brotes, así que lo de “Año nuevo, vida nueva”, tampoco va a poder ser en 2014.

 
El sueldo sigue congelado, así que continuaremos perdiendo poder adquisitivo mientras, eso sí, todo sube a nuestro alrededor: artículos de primera necesidad, suministros básicos, productos sanitarios, tasas e impuestos… Y no creo que este año lleguemos a descifrar uno de los mayores misterios insondables de la humanidad: el cálculo del IPC y por qué, cuando interesa, los precios se disparan y el índice ni se inmuta. En comparación, lo del Bosón de Higgs es una auténtica ridiculez.

Tampoco este año conseguiremos recuperar la extra robada en el 2012 ni, por supuesto, tendremos ningún complemento compensatorio. Ya se ha encargado el Gobierno de recurrir a sí mismo, perdón, al Tribunal Constitucional, y éste de suspender cautelarmente la norma. Es una de las ventajas de la separación de poderes que han diseñado nuestros políticos a su antojo, la de “Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como”.

Los recortes de 2012 que afectaban a la jubilación, a las dietas y a las tarifas del uso especial, han sido prorrogados para 2014 mediante un Decretazo (Decreto-Ley Foral) del Gobierno de Navarra, figura normativa ésta que requiere la convalidación parlamentaria y que, como no podía ser de otra manera, así se ha hecho gracias a UPN, PP y PSN. ¡Ja! Cómo hacen piña cuando quieren, listicos ellos.

Y encima tendrán la suficiente caradura de justificarlo por la premura en aprobar la subida de las pensiones, cuando el año pasado lo hicieron con siete meses de retraso y no se les cayó la cara de vergüenza. Ni un rubor “oyes”.

También sufriremos la eliminación de tres días festivos (en San Fermín en Pamplona, y en las fiestas patronales del resto de localidades) que, aunque no supone modificación en la jornada anual, sí conllevará problemas para autorizar vacaciones y, a algunos compañeros, trabajar esos días por menos sueldo. La constatación de otra cuestión no menos enigmática, digna de un monográfico en “Cuarto Milenio”, la de que “los sueldos no bajan, sino que suben negativamente”.

Las salidas y ausencias del puesto de trabajo se van a reducir a la mínima expresión. No obstante, los últimos sondeos demuestran que cada vez es más fácil conciliar la vida laboral y la familiar. Ventajas del paro, claro.

Los planes de formación, ni están ni se les espera tampoco en este ejercicio, así que seguiremos aprendiendo por nuestra propia iniciativa y buena predisposición. Ya dicen que el autoaprendizaje fomenta la curiosidad, la disciplina y la investigación. Y además, ¿para qué si no están los foros de Internet? Se pregunta y punto.

Ni siquiera sabemos dónde “pondremos el huevo”, porque seguirán amenazando con reorganizaciones y traslados de oficinas para eliminar alquileres y cuadrar las cuentas de las antaño despilfarradoras sociedades públicas. Como ocurre con Tracasa, que no tiene cómo sacar provecho al macro edificio que levantó con el dinero de todos, muy por encima de sus necesidades, y que la Administración acabará ocupando, seguramente por un “módico” alquiler.

La Oferta Pública de Empleo seguirá siendo prácticamente inexistente, mientras asistimos perplejos a las numerosas convocatorias de plazas que otras Comunidades están aprobando. Parece que las restricciones del Estado sólo las acata Navarra, pese a nuestro “régimen diferenciado”, quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras. Es normal, el Gobierno no quiere que en Navarra se produzca el “efecto llamada”, es mejor el “efecto fuga”. Pies para qué os quiero.

La creación de empleo es nula, y presenciaremos cómo se crean puestos de trabajo precarios, como mucho de media jornada. ¿Qué ha sido de la misión generadora de empleo de la Reforma Laboral? ¿Para qué sirven los Planes de Empleo, la Fundación Moderna y otras monsergas? Utilizando el lenguaje que tanto les gusta, probablemente será que los resultados estarán previstos en el “Horizonte 21-22, siglo más o menos.

No sabemos todavía cuál será la próxima externalización en ciernes, bajo el pretexto de ahorrar costes, lo que supone trabajo precario para el enriquecimiento de ciertas empresas privadas. Sanidad es siempre la más amenazada (derivaciones, limpieza del Complejo Hospitalario de Navarra, Laboratorios, Almacenes…) ¿Quién será el portador del número agraciado?

Así que lo único positivo que podemos esperar es que, con la llegada del 2014, ya falta menos para las próximas elecciones, las del 2015. Y ya se sabe que, en año de elecciones, nuestros políticos se ponen mimosos, les entra la vena servicial y complaciente, y se lanzan a la caza y captura de las papeletas. Algún caramelillo nos tendrán que lanzar para comprar nuestro voto. Promesas a tutiplén sin intención de cumplir pero que, normalmente, nos dejan algún huesecillo para que podamos rechupetear.

Lo que está claro es que “de recuperación”, nada de nada. Los mejores años para la sociedad han sido los años en los que los de siempre se han puesto las botas robando a espuertas. Ahora mismo, no hay dinero ya ni para mangonear. Y tampoco pueden exprimirnos mucho más.

Así que ¿cuándo empezaremos a ver la luz? Cuando estén nuevamente hartos de mangar. Cuando los banqueros usureros y los políticos corruptos, valgan sendas redundancias, estén bañándose en monedas a lo Tío Gilito, entonces podremos recoger lo poco que se les escurra entre los dedos de sus blancos guantes.

A pesar de todo, seguiremos peleando por nuestros derechos laborales y por unos servicios públicos de calidad. Feliz 2014. Carpe diem.

Pamplona, 15 de Enero de 2014.
LA JUNTA DIRECTIVA DEL S.P.A.


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