Es
evidente que hay una guerra de cifras entre el Gobierno de Navarra, sindicatos
de la administración e incluso grupos parlamentarios, a la hora de estimar la
pérdida de poder adquisitivo de los empleados públicos desde el comienzo de la
crisis. Desde la Administración se defiende que la pérdida consolidada ha sido
únicamente de entre el 10% y 12%, mientras que la oposición parlamentaria y los
sindicatos, teniendo en cuenta la supresión de la extra de 2012, la situamos en alrededor
del 20%.
Es
imposible ponerse de acuerdo, porque cada uno tomamos las referencias que
estimamos oportunas y, probablemente a todos y a ninguno nos asiste la razón.
Desde el Sindicato SPA hemos querido afinar un poco más, calculando cuánto ha
perdido, únicamente en su sueldo base, el personal administrativo (niveles C y
D), teniendo en cuenta el latrocinio de la congelación de sueldos, el atraco
del 5%, el robo de la extra y el sangrante IPC de los ejercicios 2010 a 2013,
ambos inclusive. Este es el resultado:
EJERCICIO
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NIVEL C
|
NIVEL D
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2010
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400,00
|
150,00
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2011
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1.200,00
|
700,00
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2012
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3.000,00
|
2.200,00
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2013
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2.200,00
|
1.500,00
|
TOTAL
|
6.800,00
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4.550,00
|
Cifras
a las que habría que sumar las cantidades perdidas en el resto de conceptos
retributivos: antigüedad, grado, complementos, etc. Es como si todos los años hubiéramos
trabajado “de gorra” algo más de un mes.
Así
que qué más da que sea el 10% o el 20%. Lo que es un hecho es que el personal administrativo, repartido en los niveles
C y D, sólo en su sueldo base, ha dejado de percibir en cuatro años 6.800,00 € y
4.550,00 € respectivamente, mientras que el Índice de Precios al Consumo en
Navarra ha subido un 8,1% y este año andamos ya por el 1,2% (sólo la energía eléctrica
lleva una subida del 31,1% en estos cuatro años).
Este
es el esfuerzo económico que está haciendo el empleado público, además de ver cómo
se degrada y deteriora la prestación del servicio, mientras algunos se frotan
las manos a expensas del río revuelto y otros saquean y desvalijan el dinero “de
todos y de nadie”. Está claro que hay quien está muchísimo peor, pero no por
ello tenemos que dejar de denunciar esta situación. Mal de muchos consuelo de
tontos.
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