El Gobierno de Navarra ha contraatacado en el tema de la extra de navidad, con una original propuesta: aceptar la supresión de la extra de diciembre de 2012 acatando lo establecido por el Gobierno Central, adelantar las pagas extras de los años 2013 a 2015 de junio a enero y de diciembre a julio, y la posibilidad de recuperación de la extra perdida en 2015, si el Estado lo permite, con alguna fórmula similar a la allí establecida.
Tal vez la presión de las movilizaciones sindicales y la tormenta de mociones y proposiciones de ley que los Grupos Parlamentarios han presentado para intentar paliar la pérdida de la extra, junto con la obligatoriedad del Gobierno de tener que aprobar una Ley Foral para adaptar la normativa estatal a Navarra, le han llevado a sacarse de la chistera su propio Anteproyecto.
La parte positiva de la propuesta es que se evita la pérdida de liquidez que supone la supresión de la extra al anticipar y reordenar las fechas de pago de las extras de los años siguientes. Otro aspecto destacable es que parece factible eludir un posible recurso estatal o, como mínimo, evitar que se acepte la suspensión ejecutiva de la norma, aspecto éste en el que flaquean el resto de propuestas presentadas por los Grupos de la oposición.
Los aspectos negativos son que habría que tragar con la aceptación de la supresión de la extra de diciembre de 2012, que no se consique asegurar que vayamos a cobrar las extras de 2013 a 2015 si el Estado vuelve a suprimir alguna de ellas, y que tampoco se garantiza la recuperación de la extra suprimida en algún momento del periodo.
Es el momento de negociar para intentar paliar los defectos de que adolece la propuesta del Gobierno. Si realmente hay voluntad en que los empleados públicos cobremos las extras y recuperemos la perdida, tal y como ha anunciado el Gobierno, no debería ser complicado llegar a acuerdos para que se despejen las dudas que nos surgen y ser capaces de redondear el Anteproyecto. De no ser así, la propuesta parece inaceptable: estaríamos aplazando el problema y, posiblemente, nunca recuperaríamos la extra robada.
El lunes, la Mesa General es quien tiene la palabra. Después pasará al Parlamento. Prudencia, toda. Expectativas, ninguna.
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