Becas y pensiones

Hay que ver, en esta época de crisis profunda, cómo prolifera la contratación de becarios. Parece como si nuestros dirigentes se preocuparan de repente por la rúbrica formativa de nuestros estudiantes, proporcionándoles un complemento educativo y una experiencia en el largo camino laboral en el que van a iniciarse.

Que el camino laboral es largo está claro, y ahora más largo que hace un año tras la Reforma de las Pensiones. Que vayan a iniciarse en él, también es cierto, aunque lo incierto es que después de iniciarse con una beca puedan tener posibilidades de continuar el camino (el paro y la reforma laboral no son buenas compañías). Lo que está absolutamente claro es que no se trata de un complemento educativo, sino de una forma encubierta de contratación precaria. En la mayor parte de los casos, nunca se puede decir que en todos, los becarios hacen las mismas funciones que los trabajadores que tienen al lado y cumplen la misma jornada, pero sin las prestaciones y derechos que tienen aquellos, y por cuatro duros. 

Lo de los tutores que acompañen y asesoren al becario en su trabajo, que le ayuden a desarrollar el proyecto de final de la beca, que tengan tiempo para la formación, etc., etc., se queda en agua de borrajas. El contratante necesita un currela de bajo coste, sin derechos adquiridos, y que no diga ni mú. El becario se da con un canto en los dientes si consigue la beca, y más en los tiempos que corren. Así que todos contentos. Por otro lado, como ni siquiera es un trabajador, no tiene derecho a que nadie le represente sindicalmente.

A pesar de todo, poco a poco se va reconociendo la figura del becario y dotándola de prestaciones similares a las de los trabajadores, pero hay que seguir trabajando en ello: Seguridad Social, Ayudas Familiares, etc. Y acaba de darse un pasito más: parece que la nueva reforma de las pensiones va a incluir el reconocimiento de un máximo de 24 meses del desempeño de la labor de becario, independientemente del momento en que se realizó, para el cómputo de las pensiones.

Una buena noticia. Un paso más. Aunque legalmente no podamos representarlos, seguiremos atentamente el devenir de sus condiciones laborales, para que sea realmente un complemento educativo de entrada en el mercado laboral y deje de ser un instrumento encubierto y precario de contratación.