En un análisis de la situación laboral de la Administración en general, hemos adivinado algo que ya intuíamos: somos una especie en peligro de extinción, nos están arrinconando a base de reducir nuestro espacio laboral hasta conseguir nuestra desaparición, y como no hagamos lo posible por impedirlo, el "funcionarius foralis" pasará a ser solo un recuerdo.